miércoles, 23 de enero de 2008

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domingo, 6 de enero de 2008

sábado, 5 de enero de 2008

viernes, 4 de enero de 2008

VIRGINIA VALLEJO, SEMBLANZA DE UNA DIVA.

Un buen día, como las actrices del cine mudo, Virginia Vallejo salió de circulación y penetró en la leyenda, asilada detrás de unas gafas oscuras como quien huye de su biografía.

Hace poco reapareció tardíamente en escena para coincidir con 'Popeye' y otras joyas en que el ex ministro Santofimio tiene acciones mayoritarias en el asesinato de Luis Carlos Galán, ordenado por Pablo Escobar, amante de Virginia Vallejo. Más vale tarde que nunca.Excelente conversadora, coleccionista de joyas finas, cogió uno de los exóticos sombreros de su colección de diva de los 70, y se largó en busca del insomnio americano, bajo el paraguas de la DEA.

Fue fugaz patito feo primero y churro eterno después. En ella, belleza e inteligencia fueron siempre de la mano. En su colegio era de las 'nerds', o estudiosas empedernidas. Su ropa no era bajada con horqueta en San Victorino: Valentino era su sastre de cabecera. Escasa de carnes, era capaz de amar en español, soñar y olvidar en francés, pensar y no perdonar en inglés. Si bien sus piernas no emulaban con las de Marlene Dietrich, vendió medias a la lata luciendo sus extremidades. También como modelo vendió millones de toallas higiénicas. Fue el comercial mejor pagado de la época.

Sonreía y provocaba volverse ateo. Su amigo el cirujano plástico brasileño Ivo Pitanguy mintió piadosamente sobre su nariz y se la respingó.Era una apasionada del arte, la política y la economía. Sabía cómo andaba de salud Wall Street. Fumó tabaco para "épater" su entorno. De pronto se daba aires de 'La Doña', María Félix.Se casó dos veces. Se abstuvo de tener hijos para no estropear su figura. La ecología fue una de las niñas de sus ojos. Su temprana miopía la hacía aparecer engreída. Sus ojos han empezado a quedarse sin luz a los 56 años. Nunca ocultó su edad.

Virginia fue el arma secreta de Alberto Acosta para mantener con los "ojos abiertos y los oídos despiertos" a los televidentes. Era brillante de día, paranoica de noche. E incumplida a morir. En el noticiero conocía los titulares sobre la hora y ella se encargaba del resto. Cuando se quedó sin trabajo por andar en malas compañías, se dedicó a vender productos de Maquillaje de una reconocida marca internacional. Virginia Vallejo era una mujer fea. En su adolescencia, durante el bachillerato en el Colegio Anglo-Americano de Cali, su única fama era la de alumna modelo, siempre ocupaba el primer puesto y tenía una memoria extraordinaria, la chica gafufa y cerebral a quien nadie se atrevía a invitar a cine.
Pero un día, esa hija del diplomático manizalita Juan Vallejo y doña Mery García, la niñita que había nacido en la hacienda Morelia de Cartago, Valle, se quitó las gafas y se subió la falda.Al terminar la secundaria no pudo adelantar los estudios de diseño de modas o de traducción que tanto había soñado, por falta de dinero. En cambio fue maestra de inglés en el Colombo Americano. Y ahí, el éxito no era tanto por el lado académico, sino por sus piernas y sus minifaldas. Sus alumnos quedaban gringos de admiración cuando ella subía las escaleras. Su caminar paraba hasta el tránsito.

A los 19 años era relacionista pública del Banco del Comercio. Allí conoció a un caleño viudo, 25 años mayor que ella, con quien sostuvo un matrimonio por 14 meses. También trabajó en el Jockey Club desempeñando el cargo de relacionista y fue la necesidad económica de una mujer divorciada a los 20 años, la circunstancia que la llevó a la televisión.José Nieto y Julio Nieto Bernal fueron los primeros en hacerle pruebas de voz y registro ante cámaras. Aníbal Fernández de Soto y César Simmons tenían un programa de Tv. los sábados... y ahí empezó, entregando el estado del tiempo. Recibió críticas a granel, le decían: "divina pero bruta", sin embargo hoy reconoce que esas críticas fueron las que la convirtieron poco a poco en figura. Margot Ricci fue quizá quien más la insultó durante diez años, pero al final resultó trabajando con ella en Llegaron las mujeres, un programa radial de Caracol, en 1980. Allí, las envidias o rivalidades femeninas se fueron borrando con una amistad que hoy mantienen.Empezó a ejercer el periodismo en el noticiero de Alberto Acosta, de donde la despidieron por solidarizarse con una huelga de "cargaladrillos". Luego fue presentadora del Noticiero 24 horas. Ya había conocido a David Estível, con quien se casó el 15 de enero de 1975 en Uruguay. Era la época en que defendía los movimientos feministas con vehemencia, y sorprendía a las amas de casa con su famosa frase: No tengo hijos porque me dañan el cuerpo.Ella hubiera querido ser millonaria para coleccionar obras de arte, claro que durante el tiempo en que los sueldos de la televisión le daban para comprar algo más que vestidos franceses, adquirió algunos libros y pinturas valiosas. Siempre fue una politóloga frustrada, pero ya no se preocupa tanto por esto, sabe que puede ser útil a la gente de muchas formas.Hasta el momento sólo había actuado en una ocasión: Colombia Connection, una película de Gustavo Nieto Roa. Ya desde entonces sabía que la actuación requería años de estudio "y un talento innato que se descubre en la adolescencia". Cuando se divorció por segunda vez, empezó a trabajar con Jorge Barón haciendo La pareja show, y luego se desapareció del mapa siendo dueña de una programadora.

De cuando en vez, los colombianos la vieron más desnuda que vestida. Así posó para la revista Al Día en 1981, cuando algunos sectores del país se escandalizaron y los comentarios de los cocteles decían que lo había hecho sólo porque estaba de pelea con David Estível. Ella sólo respondió: "Yo no posé desnuda, me tapé los senos con las manos. Esta es una sociedad pacata. Las mujeres inteligentes también se quitan la ropa. Jackeline Onasis y Carolina de Mónaco lo han hecho. Lo que sucede es que en este país hacen falta unos cuantos Clubs Mediterranée".

LA MAQUINARIA DEL CHISME

A comienzos de 1987 circularon todo tipo de rumores sobre su paradero. Se dijo que estaba oculta o perdida, que le habían desfigurado el rostro, que era novia de Pablo Escobar, que tenía sida y que estaba moribunda en un hospital, que tenía cáncer en el cerebro, incluso que había sido madre de unos lindos trillizos.Ella por su parte nunca se preocupó por aclarar ni desmentir nada. Atribuyó los chismes a algunas mujeres que por cualquier motivo la de testan. En su momento afirmó que lo único que le importaba era todo aquello que la engordara.Hay personajes que se ven rodeados por el misterio y tienen personas interesadas en armarles historias y crearles suspensos, pero no hay tal.
Lo cierto es que dentro del biorritmo laboral y público de Virginia Vallejo siempre han existido lapsos de anonimato, desapariciones tal vez intencionales o necesarias, para después llegar y sorprender con más fuerza; puede ser una técnica de trabajo o una forma de tomar oxígeno en la vida.

VIRGINIA EN BLANCO Y NEGRO






¿QUIÉN LE TEME A VIRGINIA VALLEJO?



VIRGINIA, UNA DIVA DE PORTADA.